ROMA. CORRESPONSAL -
14/07/12
En su gira de tres días a Moscú, el presidente cubano Raúl Castro visitó la tumba de Lenin, impecablemente
embalsamado desde hace 80 años
, en el mausoleo del Kremlin que visitan todos los años millones de
personas. Pero el periplo no terminó en el homenaje al fundador del
comunismo soviético. Raúl bajó después a los subterráneos del mausoleo
donde está situado el laboratorio que se ocupa del estado del cuerpo y
fue enterado de muchos detalles. El objetivo, al parecer, es aplicar el
mismo tratamiento a su hermano mayor, Fidel Castro, cuando muera.
El caso fue revelado ayer por Daniele Mastrogiacomo, enviado a Moscú del diario romano
La Repubblica
, quien contó también que de la curiosidad de Raúl Castro por el
laboratorio y los secretos del embalsamamiento del cuerpo de Lenin se
dialogó en muchos blogs rusos. El gobierno de Putin al parecer hizo
módicas desmentidas sin dar al tema mucha importancia. Pero Mastrogiacomo suministra una información corposa.
El
régimen castrista piensa, se estima, construir un gran mausoleo en la
plaza de la Revolución, dominada por un gigantesco retrato del Che
Guevara, en cuyo centro sería ubicado el catafalco con los restos de
Fidel. Estos altares laicos necrófilos existen ya en varios países
comunistas: Mao Tsé Tung en la plaza Tienanmen de Beijing; Ho Chi Minh
en Hanoi, Vietnam; el “Gran Líder”, Kilm il Sung, en Pyongyang, capital
de Norcorea.
Un nuevo mausoleo no sería una gran novedad, pero sí el primero en el hemisferio occidental.
Lenin
murió el 21 de enero de 1924 y desde entonces millones de personas han
visitado el mausoleo del padre de la revolución bolchevique. Castro,
cuenta el enviado de
La Repubblica , estuvo largamente en el
lugar. Primero rindió el debido homenaje y después bajó a los
subterráneos donde está el laboratorio. Esgrimía una rarísima
autorización que le habían suministrado las autoridades rusas.
Casi
nadie llega hasta allí para ver al menos algo del proceso de
embalsamamiento impecable y todavía misterioso del cuerpo. Una vez por
semana, los restos son inspeccionados para descubrir “huellas de mufa u
otros fenómenos degenerativos que puedan quitarle su extraordinario
aspecto ‘viviente’”, escribe Mastrogiacomo.
“Todos los meses se
cambia la vestimenta del cuerpo, que cada año y medio es sumergido
durante treinta días en un baño a base de glicerolo y acetato de
potasio”. Las técnicas están a cargo del patólogo ucraniano Vladimir
Vorobiov, junto con el médico Boris Zbask. No se sabe cuánto de esta
“terapia milagrosa” fue revelada al cubano durante la visita. Pero es
seguro que los rusos, cuando llegue el momento fatal, contribuirán a
ayudar a los cubanos “a hacer sobrevivir un mito y la revolución que lo
encarna”, concluye
La Repubblica .
Publicado por
Clarín