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miércoles, 14 de marzo de 2012

Papel de la Iglesia Católica y el Papa Juan Pablo II en la caida del Comunismo en de Polonia


A finales del siglo XX el mundo, que había girado entorno a una bipolaridad, cambia drásticamente debido a que la URSS ya no es considerada como un rival poderoso para EE.UU. “En 1989 ocurrió lo imposible. Un orden político establecido durante décadas, con apariencia de solidez sin paralelo, se desplomó en el transcurso de unos cuantos meses en la región usualmente conocida como Europa Oriental. Pero lo más sorprendente es que esta transformación no se limitó a un solo país, sino que afectó a seis estados soberanos”. Es por esta razón que todas las naciones pertenecientes a la República ex - soviética experimentaran un rápido proceso revolucionario dando como consecuencia un efecto dominó.
Polonia ha sido considerada como una de las primeras naciones de Europa Central y del Este iniciadoras del cambio para la transformación del sistema comunista hacia un proceso democrático. Este acontecimiento no se hubiera podido llevar a cabo si el hundimiento de la URSS no se hubiera consumado. Esto significa que fue debido a su caída, el que se permitieran las revoluciones de 1989 tanto en Polonia como en otros países ex - soviéticos de forma rápida, simultánea y sorpresivamente, favoreciendo una transición de regímenes dictatoriales hacia sistemas democráticos y de recuperación por la soberanía nacional. Cabe señalar que Polonia estuvo favorecido sustancialmente a diferencia de las otras naciones comunistas, ya que toda su transición democrática se realizó por medios pacíficos sin llegar al extremo de una guerra civil o con consecuencias fatales.
Al igual que la mayoría de los países ex - soviéticos, Polonia contaba con un determinado grupo de opositores en contra del régimen dictatorial comunista, con la finalidad de llevar a cabo una transición para la búsqueda de la democracia y una economía de mercado que beneficiara a la ciudadanía polaca. Eran ellos los protagonistas para llevar a cabo la transición política que estuviera basada en una democracia de tradición occidental. Pero esto traía muchos obstáculos porque el partido comunista no concebía el hecho de que tenía que abandonar su situación privilegiada dado por el sistema socialista.
Polonia estaba deseoso de llevar a cabo la democracia al igual que en los países occidentales. Eran en estas naciones donde la democracia se concebía como un sistema de gobierno que reunía la competencia entre individuos y grupos organizados, un alto nivel de participación política en selección de líderes así como también libertades civiles y políticas suficientes para asegurar la integridad de la competencia y participación política. Polonia no solamente deseaba una democracia representada por la expresión de derechos políticos y de participación ciudadana sino que la población tuviera el poder para la persecución de su propio bienestar económico y social.
Por otra parte, en la transición política también se debe reconocer el papel significativo que jugaron la Iglesia Católica y el Papa Juan Pablo II para lograr con éxito la transformación de un sistema socialista hacia un sistema democrático. Quizás estos protagonistas no hubieran sido factor importante para la transición polaca, si el comunismo de Polonia no hubiera permitido la religión católica. Pero ante la necesidad de proporcionar una manera para aliviar el autoritarismo del gobierno, se decidió reconocer dicha religión.
Para un mejor entendimiento de lo explicado con anterioridad, se pretende demostrar que la Iglesia Católica, y especialmente el Papa Juan Pablo II, jugaron un papel importante para la transición democrática de Polonia olvidando así en su totalidad al sistema comunista.
Polonia, a principios de la década de los 70's, sufrió de un gran deterioro en su economía que afectó el orden político debido a que la población polaca culpaba al control soviético de su deterioro en sus niveles de vida. Es por ello, que durante esta época, Gomulka tuvo que ceder su cargo de jefe de gobierno a Eduard Gierek. Este protagonista tuvo que luchar en contra de todas las huelgas que se dieron debido a la multitud de problemas económicos que se habían suscitado dentro de Polonia.
Cuando Gierek se encontraba en el poder, se fueron articulado dos fuerzas importantes; por un lado, un sindicalismo clandestino que adquirió posteriormente gran importancia con la figura de Lech Walesa y por otro, la Iglesia Católica, fuerza de mayor influencia social que actuaba a la luz pública bajo la acción del cardenal Wyszinski donde se levantó la bandera por la defensa de los derechos de la población. Además se le puede reconocer a Wyszinski el hecho de que haya sido él quien haya combinado el catolicismo con un nacionalismo profundo; para él la importancia de la Iglesia radicaba en el hecho de que ayudaría a la población de una u otra forma. Es así como la Iglesia Católica fue evolucionando convirtiéndose en un defensor institucional de los derechos humanos por la población polaca.
En particular, la Iglesia Católica de Polonia era considerada como el resultado del desarrollo histórico de una estrategia religiosa, moral e intelectual de los líderes comunistas polacos. Era vista como una víctima más de los problemas políticos, pero cuando surgió una transformación a nivel nacional, llegó a convertirse en un mediador para divergencias entre los grupos que tenían el poder y la población. Los comunistas nunca se imaginaron que la Iglesia Católica ayudaría a disolver su poder y a implementar un gobierno democrático en toda la nación.
“The Catholic Church is again playing the role of a mediator and partner with respect to the communist state. Although against its will, the state has to call on the help of the Church in order to maintain social calm. This does not mean in the least that the Church acts as a prop for Communism. It continues its work of preparing the people to change, reshape and ultimately to reject this system. For at the root of the historical vision of the Church seems to lie the conviction that such transformation is possible, but that is will take the form of a long process of evolution.”
La religión católica en Polonia se vio unificada aún más cuando el pontífice Karol Wojtyla fue reconocido en el Vaticano como el Papa Juan Pablo II. Los polacos estaban orgullosos que un ciudadano de Cracovia fuera un líder a nivel internacional dentro de la religión Católica. Como Juan Pablo II había sufrido al igual que muchos polacos las dominaciones foráneas tales como el poderío de Alemania Nazi y la de la URSS, dio prioridad a que el totalitarismo finalizaran definitivamente y en especial, el totalitarismo que se estaba viviendo en Polonia. El Papa había reconocido mejor que muchos otros el pánico del autoritarismo e intervensionismo, es por ello que apoyaba al movimiento Solidaridad de Lech Walesa en 1980 dando como resultado que se le reconociera su papel en defensa de los movimientos en contra de los comunistas, quienes posteriormente lograría el derrocamiento de este régimen y el establecimiento de una democracia.”
“With the accession of John Paul II, the Pope and the Vatican moved to central stage in the Church's struggle against authoritarianism. In March 1979 in his first encyclical John Paul denounced violations of human rights and explicitly identified the Church as “the Guardian” of freedom “which is the condition and basis for the human person's true dignity. Papal visits came to play a key role.”
La primera visita que realizó el Papa en su tierra natal, produjo diferentes sentimientos en la población polaca, ya que era por medio de él y de la Iglesia Católica donde se expresaban las ideas sobre la reflexión con respecto a conciencia nacional. Esto tenía como objetivo dar a conocer a la sociedad su capacidad de enfrentarse sobre el Estado y por otro lado, también tenía la finalidad de crear una unidad nacional; es por ello que todo esto jugaría un papel decisivo en la transición hacia la democracia.
“La sociedad civil está formada por convicciones morales acerca de derechos y obligaciones, relaciones entre gobernadores y gobernados, leyes y normas de justicia. La formación de conciencia a través de la enseñanza de la Iglesia Católica en estos temas, habrían de impactar en un futuro democrático”.
Juan Pablo II fue el interprete de que se encendiera la revolución de conciencia en 1989 con la finalidad de confirmar las bases morales en la creación de una democracia post comunista. Es por esta razón que Juan Pablo II confirmara su apoyo incondicional ante la revolución democrática de los opositores al comunismo en Polonia, para llevar a cabo un bienestar dentro de la comunidad política, es decir, la participación libre y responsable de los ciudadanos en asuntos políticos considerando el respeto y la promoción de los derechos humanos.
Por otro lado, es importante señalar que no toda la población de Polonia era católica, pero cedía a ella debido a que compartían una característica en común la cual consistía en destituir al comunismo de Polonia por una democracia en el cual se llevara elecciones libres y soberanas. Es por ello que fue un gran número de individuos quienes se unieron a esta causa sin importar la religión y raza los cuales tenían muy bien planteado lo que se deseaba.
Considerando al movimiento Solidaridad y viendo su importancia para la transición democrática de Polonia, se puede mencionar que era un conjunto de grupos opositores al régimen comunista, el cual contemplaba a la Iglesia Católica por su participación para lograr una transición democrática. Es así de esta manera que para 1989, y con dificultades, el movimiento Solidaridad se legalizaba reconociendo la libertad religiosa, se procedía a la reorganización de la presidencia de la Nación y se establecía un multipartidismo para elecciones futuras.” Es así como para junio de 1989 nace un nuevo estado donde se celebró elecciones, cuyos resultados fueron el incuestionable triunfo de Solidaridad y el nacimiento de la República de Polonia caracterizada por tener un cambio en su sistema institucional y una nueva Constitución que se origina a partir del cambio de un sistema político a otro.
Sin lugar a duda para que se hubiera logrado todo esto, la Iglesia Católica y el Papa Juan Pablo II tuvieron que constituirse en un medio para que el movimiento de Solidaridad alcanzara su finalidad: destituir al comunismo por la democracia a través de la propagación de ideas con conciencia política aunado con el asunto de derechos humanos.
Concluyendo se hace mención que Polonia se vio favorecida de manera importante por las enseñanzas de la Iglesia Católica con referente a la doctrina ética dentro del ámbito político y social, dando como resultado una transición democrática para unificar el procedimiento electoral con igualdad, justicia y bien común, obviamente sin olvidar la participación del Papa Juan Pablo II que se inmiscuyó en Polonia para que lograra su transición democrática.
“Juan Pablo II y la Iglesia Católica habían alabado a la democracia como una forma de gobierno muy probable de dar efecto a los principios de la moralidad social católica tales como personalismo (principio de derechos humanos), bien común (principio de comunidad), subsidiaridad (libre asociación) y solidaridad (como amistad cívica)”.
El Papa Juan Pablo II contribuyó por medio del Catolicismo, a la formación de un carácter nacional polaco el cual defendiera su libertad en todos los aspectos así como también promover la existencia de motivaciones para olvidar al comunismo como una forma de represión a la ejecución de sus derechos y obligaciones que posee un ciudadano libre y soberano. A pesar que ha transcurrido más de una década de la transición de la democracia en Polonia, no se ha olvidado el papel fundamental que jugó tanto la Iglesia Católica como el Papa Juan Pablo II para llevar a cabo los sueños del grupo opositor comunista.
En la actualidad, todavía Polonia sigue manteniéndose con este sistema democrático y con un predominio importante referente al número de creyentes en la religión católica. Ha quedado atrás el comunismo polaco como un recuerdo de lo que había sido la Unión Soviética. Hoy en día, Polonia vive con niveles de vida mejores y ve reforzada su democracia y su bienestar económico a través de su integración con la Unión Europea.